viernes, 27 de octubre de 2017

47- MENSAJE LIRANO 2. ‘Almas entrantes’: Un servicio a Gaia


         3-07-2017.-

            Buen día hermanos:
                                          Nuevamente atizamos la mente del canal escribiente para inducir algunas ideas que esperamos encuentren un cáliz de reflexión en el conjunto de los estudiantes que siguen las transmisiones y enseñanzas de esta escuelita del saber.
         Nosotros somos Liranos, como ya nos presentamos en la anterior transmisión (mensaje lira no n°1). Nosotros pertenecemos a una especie humana muy antigua, traída desde un universo vecino a Nebadón. Estuvimos encarnados en Urantia en vuestras civilizaciones pasadas más avanzadas, como ahora lo estamos en la presente. Nuestra ‘clave de ingreso’ a la Tierra siempre ha sido “SERVICIO Y HERMANDAD”. Muchos hermanos Liranos han decidido vestir ‘ropajes humanos’ en vuestra ‘civilización planetaria-Tierra’, y para hacerlo, es decir, para abordar vuestra “Nave planetaria Tierra”, han tenido que “dormirse”, es decir, entrar como en una especie de estado de reposo inducido y de ralentamiento de los signos vitales. A esto le podréis llamar “estado de animación suspendida”, ya que la vida de la forma corporal lirana (que es más sutil que la terrestre) queda mayormente ‘aquietada’, o bien ‘restringida’, para que la energía anímica (el alma) pueda proyectarse en descenso hacia la Tierra y animar un cuerpo humano terrestre.
         El método de ingreso anímico es, en la mayoría de los casos, “por nacimiento”, es decir, que el alma que llega necesita entrar en un bebé humano terrícola. Lo hace ingresando en algún momento antes del parto, o en el preciso instante del nacimiento. Otra forma de ingreso es en una persona ya adulta. Esto último es posible al establecerse un “acuerdo álmico” entre el alma saliente y el alma entrante. ‘El saliente’ parte hacia un destino suprafísico para completar aprendizajes en otras moradas internas; y ‘el entrante’ toma el cuerpo ya formado y debe entonces tratar de comandar el vehículo humano, cosa nada fácil para un alma entrante si nunca tuvo alguna experiencia semejante. La dificultad del entrante radica en que, al entrar a un cuerpo ya crecido, se encuentra con energías astrales y mentales ya establecidas que debe lograr dominar hasta que los dos cuerpos (emocional y mental) puedan responder a la nueva entidad álmica ingresada.
Sea de una o de otra manera nuestra forma de ingreso a la Humanidad de un planeta, debemos adecuarnos a las posibilidades del nuevo mundo y a las características de la nueva civilización a la cual ingresamos, y debemos adaptarnos al grado vibratorio y evolutivo de la morada a la cual visitamos, lo cual es todo un reto para nosotros, como para cualquier alma peregrina que ya este capacitada y en disposición del Servicio a través del viaje morontial interplanetario.
La mayoría de nosotros perdemos la noción consciente de ‘quienes somos’ a nivel cósmico al tomar cuerpo denso humano, pero conservamos la esencia interna que, tarde o temprano, nos recuerda en forma de inspiración o intuición, tanto nuestro origen como el propósito de nuestra vida.
Estas formas de ingreso a un planeta material con densidad física, es un desafío para cualquier alma entrante que ya ha dejado atrás la evolución a través de la materia física densa. Si ahora volvemos a ingresar al estado físico denso, en un planeta material como la Tierra, es porque existe para nosotros una nueva posibilidad de “expandir la comprensión” a través de estados densificados, y además, para ayudar a vuestro planeta con el aporte de nuestra presencia álmica y monádica, la cual, como dijimos, ya tiene cierto avance que es superior al del humano promedio de vuestra civilización.

Las almas no tienen nacionalidad ni nombre propio, aunque cierto es que en su colorido energético se puede notar su aprendizaje y por dónde han estado. La tónica vibracional de las almas es como “un sonido” (sonido no físico, sino suprafísico) que podría acaso traducirse y convertirse en un nombre, como vosotros lo entendéis. Pero todo ello sería para cubrir necesidades de una mente materialista.
Las almas no necesitan nombres propios en forma de palabras, porque se identifican por la auténtica ‘NOTA’ que las define en cualidad, tono y color.”
Esa ‘nota álmica’ o ‘sonido interno de la conciencia’ va variando a medida que el alma crece en comprensión y aumenta su luminosidad. Por lo tanto, ni siquiera las ‘notas álmicas’ permanecen inmutables, sin cambio, ya que evolucionan y se transforman vibracionalmente, como todo en el Gran Universo.
Nosotros somos “notas activas” en vuestro planeta. Con el aporte de nuestro “sonido grupal” hemos dado a la Tierra cierto ingrediente vibracional que Ella necesitaba. Así mismo, nuestras almas están absorbiendo de Gaia ciertos aditivos vibracionales que son únicos en todo el universo local, no existiendo otra Entidad Logoica como la de la Tierra en el conjunto de galaxias que conforman nuestro universo local (Nebadón).
El Corazón del Sol Galáctico y Universal recibirá también las esencias de la “Luz-Urantia” cuando la gran explosión de Luz terrestre se produzca. Tal evento ocurrirá durante el clímax de la INICIACIÓN PLANETARIA, y a nivel suprafísico se verá como la explosión de una supernova, pero, por supuesto, a nivel de energía-conciencia; es decir que será una explosión de luz búdica-álmica, no una explosión física.
Nuestra Paz y desarrollo lumínico álmico-monádico está presente en la Tierra, debido, entre otras causas, a que es en vuestro planeta en donde se definen acontecimientos cruciales para la completa Vida Universal. Los desafíos iniciáticos del universo están enfocados, fundamentalmente, en algunos pocos planetas, y la Tierra es uno de ellos.
No esperamos que se entienda totalmente todo lo que decimos, ya que necesitaríais del apoyo de más datos precisos para entender claramente este tipo de conceptos y enunciados. Sin embargo, aún sin esos datos (los cuales por ahora no daremos) los intuitivos sabrán extraer desde lo más hondo de sus almas ancestrales aquello que falta por entender.
Nuestro aporte nunca será para cubrir toda la curiosidad y la necesidad del saber del estudiantado. Nosotros solo damos algunas piezas del “rompecabezas” del saber cósmico; el resto de las “piezas” las debe encontrar el perseverante, el que lo amerita en su alma.
Nada más os decimos en esta transmisión, que viene a ser la última publicación que cierra el cáliz de trasmisiones en esta escuela. Cada mensaje da pautas y claves para reflexionar. No toméis nada por cierto y verdadero hasta que no lo corrobore vuestra propia experiencia directa en forma material y/o intuitiva.
Esto es todo por ahora, hermanos.
En Luz y Paz:
Vuestros custodios del ayer y del progreso.

PAX CHRISTI


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 Aclaración: El tema de las “ALMAS ENTRANTES” que en este mensaje se explica debería estudiarse y contrastarse con el tema de la “TRANSMIGRACIÓN ESPIRITUAL” que fue explicado en el material “La Vida Interna y la Ley de Transmigración Espiritual” (de esta escuela), ya que son temas que se relacionan, pero que son diferentes en cuanto a los “principios de vida” de las conciencias extraplanetarias que ingresan a la vida humana terrestre. En síntesis: Entre las maneras en que seres cósmicos puedan ingresar a la Tierra, existen dos que hemos estudiado y que consisten en:
1- Ingreso del ser monádico: El Atman autoconsciente extraterrestre ingresa a la “burbuja álmica” (cuerpo causal) de un ser humano, del cual su chispa monádica se retira.
2- Ingreso del ser álmico: El alma extraterrestre (con sus principios mental, búdico y átmico) ingresa a un cuerpo humano. Para poder hacerlo el alma humana original se retira dando paso al alma entrante. (Esto es lo que se exolica en este mensaje).
El 1° punto es “Vida Interna Superior; el 2° punto es Vida Interna Media. Ambas maneras se emplean.
Estos factores deben estudianrse teniendo muy en claro las diferencias entre Mónada, Alma y Personalidad; tres esferas bien diferenciadas del hombre, según enseñan los estudios esotéricos en general.

                                                                                                                      A.B.